Es curioso leer en los medios de prensa escrita (Reportaje Periodico El Financiero), sobre el caso de un ciudadano costarricense con un endeudamiento de 80 millones de colones en tarjeas de crédito, esto parece imposible sin embargo, en mi última publicación cerré exactamente dejando al aire el tema de las tarjetas de crédito.
El apalancamiento nacional con este sistema de financiamiento es de consideración prioritaria por el gobierno, la defensoría de los habitantes y por su puesto por los usuarios o deudores en general, quizás con mayor interés por los últimos en los cuales me incluyo. La naturaleza nos enseña que todo ha sido creado sobre la base de un "equilibrio" que según el diccionario enciclopédico ilustrado la palabra equilibrio en el sentido económico significa: Situación en la que el presupuesto del Estado cubre los gastos ordinarios con los ingresos fiscales en mis propias palabras es lo mismo que decir, que equilibrio económico de un ciudadano es aquel en el que ese ciudadano tienen los ingresos suficientes de sus actividades normales para cubrir sus gastos normales producto de sus actividades corrientes; entonces cuando los gastos corrientes o normales empiazan a aumentar y sus ingresos no aumentan en igual proporción se pierde el equilibrio.
La crisis financiera mundial hizo que muchísmas personas perdieran sus trabajos, redujeran sus jornadas laborales o simplemente vieran afectado negativamente su ingreso producto de la baja del dólar, esto generó una ola de lo que llamaré desequilibrio financiero y económico a lo interno de los hogares y los individuos en general y la están trasladando a los bancos y entidades financieras en general al no poder atender sus compromisos de pago a tiempo o simplemente no pudiendo atenderlos del todo.
En el tema particular de este comentario (las tajetas de crédito) las entidades financieras no han hecho absolutamente nada a favor de sus clientes pero sí se han apresurado a aumentar sus tasas en algunos casos y/o a aumentar las montos de pagos mínimos generando por supuesto una oleada de impagos por parte de sus clientes. De nuevo que ha hecho, que está haciendo el GOBIERNO en todo este embrollo que se quiera o no más temprano que tarde va ha explotar y como todo lo que se posterga y se deja pasar y pasar cuando revienta ya es tarde y en la gran mayoría de casos no se puede hacer nada o como dirían los doctores en el campo de la medicina "solo queda declarlo desahuciado" este y los anteriores gobiernos no han hecha nada por los ciudadanos en cuanto a regulación y normas que regulen el mercado de las tarjetas de crédito.
Muchos han dicho que este mercado es la gallina de los huevos de oro de los bancos e institucines financieras en general y pues claro cómo no va ha serlo si prestan dinero sin control a tasas mayores al 50% anual. Cualquier riesgo implícito en el proceso está más que cubierto con tasas de ese nivel. Según las últimas estadísticas del Ministerior de Economía el porcentaje de morosidad o en cobro judicial era de un 13.5% sobre el total de lo prestado siendo hasta noviembre del año pasado el BCR el de mayor morosidad.
Como usuario de este medio de pago tarde un poco en entender plenamente el argumento de las altas tasas en las tarjetas de crédito (es un crédito de alto riesgo) pero visto desde la perspectiva del consumidor aplica muy bien el dicho de la calle que reza "Justos pagan por pecadores" pues resulta que el 87% de los usuarios o consumidores tenemos que pagar altísimas tasas de intereses para cubrir el 13% que por diversas razones no puede o no paga sus crédito de tarjeta y por supuesto el único y absoluto ganador es el mercado financiero. Ante el reclamo de los usuarios al gobierno para que actúe antes de que esto se convierta en una declive en la economía nacional la respuesto por irónica que suene o parezca es la misma "ESTAMOS ATADOS DE MANOS PUES EN COSTA RICA NO EXISTE LEY PARA REGULAR ESTE MERCADO" mi pregunta del millón de dólares es: Cuándo no hay ley el problema se resuelve creando la lay.
Lo último que he observado en el actuar libre y sin regulación por parte de los emisores de tarjetas de crédito es que están carganda la diferencia por tipo de cambio del dólar en los pagos mínimos de sus tarjetabientes, es decir, muchos y a decir verdad muchísimos usuarios de tarjeta entre los cuales me incluyo vieron reducido su crédito disponible en la tarjeta no por el consumo de este sino simplemente por un efecto de diferecial cambiario, Por Ej. un usuario con un límite de crédito de $3000 hace un año tenía un crédito efectivo promedio de ¢1,750,000.00 sin embargo ese mismo límite de crédito hoy día es de ¢1,510,000.00 es decir, tiene una reducción por el efecto del tipo de cambio del dólar de más o menos ¢240,000.00 o lo mismo que una reducción de un 13% de su crédito; eso para algunos suena bien pues están más limitados en cuanto a endeudarse por montos mayores al millón y medio, pero para aquellos que mantenían un consumo promedio de ¢1,700,000.00 hoy día regsitra un sobregiro en la tarjeta de cerca de 200 mil colones, pero el asunto es que OJO sin haber utilizado ese dinero emisores de la tarjeta han trasladado de forma unilateral esa deuda fictisia desde el punto de vista real al usuario o consumidor y sin previo aviso se lo han cargado al pago mínimo provocando en algunos casos que el monto de la cuota a pagar aumente desde un 100% hasta más. Probablemente usted querido amigo lector dirá bueno ya esto es una gran injusticia y desprotección al consumidor como tal pero verá que el tema no termina ahí, ya que de no poder pagar completo ese pago mínimo el cargará la diferencia como parte del saldo real del deudor aunque este no halla consumido ese dinero y de seguro se requerirá de un largo proceso para defenderse de tal situación, mientras tanto los bancos y entidades financieras en general estarán cobrando intereses por un dinero que no han prestado al usuario y que simplemente desde mi punto de vista es uno más de las artimañas que trae consigo el dinero plástico.
No está lejos para que la catástrofe que he dicho y/o he anunciado que pronto podría ocurrir de no haber una intervención real y efectiva del gobierno de la república se manifieste. Les pido a todos los lectores de este blog que unamos fuerzas y denunciemos y exigamos por todos los medios al gobierno que intervenga ahora que es tiempo y no cuando ya sea tarde para muchos de los y las costarricenses trabajarodes que nada han tenido que ver con todo este asunto del tipo de cambio del dólar.
Por mi parte haré todo lo que esté a mi alcance por este y otros medios para evitar que el mercado de las tarjetas de crédito siga por la libre sin ningún tipo de regulación más que la reciente aprobación en la Asamblea en cuanto a la presentación de los datos de la deuda en los Estados de Cuenta y el tema de las llamadas para cobro.
Bendiciones
